Avatar: El sentido del agua tiene algo que nunca una cinta en el cine ha logrado experimentar antes: la tecnología Loki. Es una nueva técnica de CGI inventada por y para la película de James Cameron.
Avatar 2 juega con otro elemento muy diferente, y que no se vio en la primera entrega, el agua. Antiguamente, en las producciones que se habían hecho, el agua había supuesto un quebradero de cabeza, algo que no podía pasar en la secuela de la saga más taquillera de Cameron, ya que la mayor parte del filme se desarrolla en el mundo acuático de Pandora.
Para satisfacer los deseos de mostrar a los protagonistas debajo del agua y mojados, se creó la necesidad de utilizar una nueva tecnología CGI que hiciera más real esta experiencia. Fue entonces cuando WETA, la principal empresa de VFX que opera en el título, desarrolló un nuevo motor de físicas de nombre Loki.
Gracias a Loki, el equipo de VFX de WETA consigue crear agua a pequeña escala, ropa, pelo e incluso hacer que todos esos elementos interactúen entre ellos sin tener que recurrir al texturizado.
Además, una de las grandes bazas de WETA FX es FACETS, un sistema de captura facial revolucionaria. El sistema se encarga de descubrir y detallar la forma en la que se han movido sus músculos con gran precisión. Esto se hace gracias a una cámara frente a la cara del actor.
Después de realizar los registros faciales, el software mapea dichas capturas en personajes virtuales. Así, el director puede dirigir la acción de la misma manera que lo haría en una producción en vivo. Los datos que recoge FACETS de salida se pueden editar prácticamente en el momento, dando a los animadores control absoluto sobre detalles como la resolución.
Estos avances en la tecnología de los VFX están abriendo un amplio campo de oportunidades para los artistas dedicados a los efectos especiales. Para lograr los resultados más espectaculares se necesitan varios perfiles muy concretos en cada ámbito, lo que es una gran noticia para nuestros estudiantes.