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Qué es la jugabilidad en un videojuego
05/11/2025 Videojuegos

Qué es la jugabilidad en un videojuego

A la hora de desarrollar un videojuego, su aspecto visual o su historia importan tanto como su jugabilidad. Es un concepto básico en la industria, quizás incluso más que los dos anteriores, pero lo cierto es que no todo el mundo tiene claro qué es exactamente la jugabilidad en un videojuego ni hasta qué punto condiciona la experiencia. ¡Por eso de aquí no te vas sin tenerlo bien claro!

El significado de la jugabilidad: ¿qué implica realmente en un videojuego?

La jugabilidad es la forma en que se siente y en la que funciona un juego cuando lo jugamos. Es la experiencia que conforman aspectos como la respuesta de los controles, las reglas y mecánicas que permiten actuar, y la claridad con la que el juego devuelve feedback al interactuar con él. Dicho de otro modo: la jugabilidad es la calidad de la interacción jugador-sistema, lo que hace realmente divertido jugar.

Por eso es importante cuidarla, dedicarle tiempo, porque unas mecánicas bien trabajadas, unos controles que hagan la interacción lo más intuitiva posible y una dificultad tan bien diseñada como adaptada mantienen el interés y evitan una frustración que, en muchas ocasiones, determina una fecha de caducidad temprana para el videojuego.

Reducir la latencia de entrada y afinar el game feel, por ejemplo, hace que cada acción parezca inmediata. Además, un buen diseño de niveles y unas recompensas proporcionales al esfuerzo empleado dan más valor a la experiencia y sostienen la retención del jugador. ¡Por eso algunos de los juegos con mejor jugabilidad siguen siendo un éxito después de varias décadas!

UNDERPACKED! - SCREENSHOT No 3 TUTORIAL

"UNDERPACKED!" Proyecto de alumnis de Voxel School en colaboración con UCM

Elementos clave que componen la jugabilidad de un videojuego

La jugabilidad depende de varios componentes que, en conjunto, crean control y suponen un reto, y los siguientes son algunos de los más importantes.

  • Controles y respuesta: Una baja latencia, buena sensibilidad y un input buffering que permita que las acciones se ejecuten en orden y de la forma más fluida posible permiten que el gamer sienta que cada acción es inmediata, lo que mejora enormemente la experiencia al jugar.
  • Mecánicas centrales y reglas: El marco MDA permite analizar y crear videojuegos mejor estructurados. Está compuesto por las Mecánicas (reglas y sistemas de juego), las Dinámicas (el comportamiento del jugador al interactuar con las mecánicas) y las Estéticas (cómo reacciona el jugador a nivel emocional conforme va avanzando en el juego y en su manejo).
  • Diseño de niveles y balance: Es importante que la progresión sea clara y que el título mantenga un ritmo creciente, que permita aprender sin frenar el flujo.
  • Feedback y UX: Señales visuales y/o sonoras o de vibración que confirmen las acciones efectuadas por el jugador, así como una interfaz limpia que facilite la legibilidad del texto en pantalla.
  • Progresión y recompensas: Metas a corto y medio plazo que hagan más atractivo y satisfactorio el hecho de ir avanzando en el juego, con premios que estén a la altura del esfuerzo y la dificultad..
  • Accesibilidad y opciones: Remapeo, ayudas de apuntado, proporcionar distintos modos de dificultad, escalado de texto y ajustes para el daltonismo.
  • Estabilidad y rendimiento: Un framerate adecuado, tiempos de carga que no resulten excesivos y ausencia de bugs que puedan terminar arruinando la experiencia.

La importancia de la jugabilidad en la experiencia de juego

La jugabilidad de un videojuego es importante porque es la principal responsable del nivel de satisfacción y disfrute del jugador. Tiene el don de convertir acciones simples en experiencias mucho más gratificantes y, cuando falla, ni el arte más brillante ni un gran argumento son capaces de compensarlo. 

Básicamente, una jugabilidad bien trabajada reduce la frustración e invita al gamer a seguir jugando a pesar de que ciertas fases del título supongan un reto. Por eso los equipos de desarrollo se esfuerzan en pulir mecánicas, cámaras y balance. No te olvides de esto: la diversión surge del hecho de interactuar, ¡no solo de disfrutar de un espectáculo a nivel visual!

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"NIPA" Proyecto de alumnis de Voxel School en colaboración con UCM

¿Cómo evaluar la jugabilidad de un videojuego?

Analizar la jugabilidad de un título conlleva medir qué se siente al jugarlo, qué se percibe al interactuar con sus controles y, más importante aún, cómo se sostendrá la experiencia en el tiempo. Por eso es fundamental tener en cuenta los siguientes parámetros:

  • Controles y latencia de entrada.
  • Feedback y estado del sistema.
  • Onboarding, dificultad y cómo se adapta el aprendizaje a esta última.
  • Cámara y legibilidad espacial.
  • Estabilidad y rendimiento.
  • Accesibilidad y opciones.
  • Pruebas de usabilidad.

Ahora que sabes qué es la jugabilidad en un videojuego y cómo medir el grado de satisfacción que proporciona, estás un poco más cerca de ofrecer una experiencia jugable altamente satisfactoria.

Los mejores juegos con una jugabilidad destacada

Aunque al hablar de videojuegos lo primero que se te viene a la cabeza son los grandes títulos AAA, hay otros muchos ejemplos, quizás mucho más sencillos, que demuestran que la sencillez, cuando está bien ejecutada, engancha.

Con controles claros, reglas comprensibles y un feedback inmediato, se consigue que todo el mundo pueda disfrutar y divertirse, ¡y a continuación te mostramos algunas muy buenas muestras de ello!

  • Mario Kart 8 Deluxe: Carreras accesibles con personajes de toda la vida y un ritmo frenético que divierte y engancha desde la primera entrega de la saga allá por Super Nintendo, aunque no se haya jugado nunca antes.
  • Rocket League: Fútbol con coches, ¿qué puede fallar? Con controles simples y partidos de cinco minutos. Fácil de aprender, con altas dosis de profundidad si se practica lo suficiente y con muchos años ya a sus espaldas.
  • Tetris Effect: Connected: El clásico entre los clásicos, Tetris puro con cruceta y dos botones. Cooperativo, sencillo de aprender y tremendamente complicado de dominar, apto para cualquier tipo de usuario.
  • Stardew Valley: Un bucle relajado de cultivar, pescar y conversar, con ritmo amable, objetivos claros y libertad para jugar como se desee. ¡Sin presiones!
  • Among Us: Minijuegos cooperativos sencillos y de deducción social, con reglas claras, partidas cortas y mucha diversión.
  • Minecraft: Explorar y construir, con controles intuitivos, dando alas a la creatividad y modos de aprendizaje para todos.

Seguro que la gran mayoría de estos títulos te suenan, ¿verdad? Juega, disfruta y aprende, te servirán como inspiración para aplicar infinidad de detalles de jugabilidad a tus propios proyectos.

¿Cómo afecta la jugabilidad a la longevidad de un videojuego?

Un videojuego con buena jugabilidad envejece mejor porque siempre apetece volver a rejugarlo. Hace un tiempo, por ejemplo, se viralizó la historia de una pareja que llevaba décadas jugándose quién friega los platos con una partida de Mario Kart. Y el Tetris, por muy básico que parezca, sigue arrasando cada vez que publica una nueva versión.

El easy to learn, hard to master atrae a más gente y permite progresar sin atascarse, a la vez que deja margen para mejorar durante años. La clave está en conseguir que cada partida enseñe algo, entregue una pequeña victoria, pero deje un “casi” que invite a reintentarlo una y otra vez.

Si consigues dominar esto, conseguirás dominar la jugabilidad y, con ello, convertirte en una pieza codiciada para cualquier estudio de desarrollo de videojuegos. ¡Y en Voxel School podemos ayudarte a alcanzar esta meta!

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Escrito por Fernando Rodrigo
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