Hoy, 24 de enero, es el Día Internacional de la Educación, y en medio de todo el flujo de información, nos surge la reflexión sobre la esencia de la formación, lanzando la idea de poner al descubierto las habilidades innatas de cada individuo.

¿Es hora de reconvertir la educación? La propuesta gira en torno a las aptitudes personales de los alumnos, no solo para descubrirlas, sino para desarrollarlas y hacerlas visibles tanto para la sociedad, como para sí mismos, evitando cualquier tipo de frustración. 

Nos encontramos ante un cambio de paradigma, menos desencanto y más estímulo para los profesores y para los estudiantes, promoviendo el potencial completo de cada ser. 

La formación es una poderosa herramienta de transformación global al desarrollar no solo conocimientos, sino también pasiones. Un llamamiento a la responsabilidad en cada una de las facetas de esta palabra.

La educación se define como el proceso de moldear, de hacer comprender y, en muchas ocasiones, de influir en la vida de quienes la reciben. Un recordatorio de que al educar, no solo transferimos conocimientos, sino también reglas para la vida. 

Se trata de un compromiso único que se establece con cada estudiante, delineando su futuro en base a criterios reales; un panorama donde la influencia educativa cobra todo el protagonismo.

Este año, la UNESCO ha dedicado este día al papel que desempeña la educación en la lucha contra la incitación al odio, ahora que las RR.SS. afloran más que nunca. 

Desde Voxel School, luchamos diariamente por hacer realidad cada una de estas palabras, por fomentar el compañerismo y el respeto y por darle a cada alumno la oportunidad de formarse, de desarrollar sus habilidades, de perfeccionarlas, haciéndolo único. 

Seguimos y seguiremos luchando, ¡feliz Día Internacional de la Educación!